5 de julio de 2012

Tomar un café

Pocas cosas me gustan tanto como ir a tomar un café...
Sentarme afuera en un día de sol sintiendo la brisa, sentarme adentro buscando refugio en días de mucho calor o mucho frío.
Tomarse un café, sola o acompañada, buscando un gran sillón o una mesa al lado de la ventana.

Pocas cosas me gustan tanto como disfrutar de ese momento con un café calentito, algo rico para comer y la gente que pasa. 
Mirar cada una de las personas que hay en ese lugar, sentir que formas parte de esa muchedumbre temporaria.

Ordenar los pensamientos, sentir que las cosas pueden ser posibles y todo por ir a tomar un café.  

Creo que si muchas veces dudo de que no se disfrutar de las pequeñas cosas, este es un gran ejemplo que me demuestra lo contrario.




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